En muchos casos un estudiante de periodismo hace prácticas en una empresa, pasa el tiempo y termina entrando en plantilla. Como nadie se ha preocupado de enseñarle durante el periodo de prácticas, empieza a trabajar sin tener una idea clara de cómo hay que hacer las cosas, de cómo tratarlas. Esto se tiene que evitar poniendo un tutor a cada becario para que éste aprenda.
En primer lugar, un periodista tiene que tener claro qué le interesa al lector, al público que va a leer su noticia. En muchas ocasiones - demasiadas - un periodista que acaba de terminar acude a una rueda de prensa, se sienta, pone la grabadora y luego "fusila" todo lo que le han "soltado", sin orden ni concierto y sin pararse a pensar qué es lo que importa de todo lo que se ha dicho.
Es fundamental saber lo que interesa a la gente y hay que ser valiente para, si llega el caso, decirle al responsable de turno lo que debe o no debe ir en un breve. Ahora hay más información que hace años pero recuerdo como en La Tribuna la falta de publicidad y de noticias nos obligaba a hacer de cada rueda de prensa una página entera. Hoy en día, a no ser que sea realmente importante, es impensable.
El periodista tiene que sacar provecho de la rueda de prensa, aprovechar la información que él considera importante y lo demás ponerlo o bien en un apartado o bien hacer varias noticias. Esto que es tan sencillo no lo es por la falta de preparación del propio periodista o por la acumulación de trabajo que se produce en las redacciones pequeñas donde al día, muchas veces, le faltan horas.
He trabajado como periodista durante más de 18 años. Hoy, ese trabajo se ha visto interrumpido por la mala gestión realizada por mal llamados "editores" que usaron la prensa en beneficio propio. El periodista está en vías de extinción.
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