No hay trabajo

Hace apenas cuatro años era el responsable del periódico El Día de Guadalajara prácticamente en todas sus extensiones. La sede estaba en Cuenca y aunque la distancia que separa Cuenca de Guadalajara es de 128 kilómetros la sensación es que estábamos en otro continente.
Por tanto, me tocaba lidiar con todas los problemas de personal que había en el periódico en una época en la que los gratuitos y los periódicos nacidos como por arte de magia y el ladrillo aparecían cada dos meses. El resultado es que no había periodistas dispuestos a trabajar en un periódico por algo más de 1.000 euros al mes. Llegaban, veían lo que se trabajaba y a los dos semanas volvían con sus padres, a un gratuito o a dedicarse a otra cosa. Llegaba a ser frustrante el no encontrar gente que quisiera trabajar.
Ahora el cuento ha cambiado radicalmente. Desaparecen periódicos de toda la vida, hay eres, se cierran televisiones locales.... Y sobran tantos periodistas que es imposible absorberlos a todos. Y va a ser imposible a largo plazo porque a los miles de periodistas que nos encontramos en el paro ahora hay que sumar los miles que salen de las facultades todos los años.
Mal asunto y peor futuro nos espera.